Repensando la Investigación-Acción-Participativa

A mediados de la década del sesenta, el auge de las luchas populares en América latina y un horizonte poblado de utopías de liberación, con la posibilidad de cambios profundos a escala continental, produjeron una serie de reformulaciones en el campo de las ciencias sociales. Una sociología que se movía en una especie de “geometría del espacio social”, el carácter pretendidamente a-ideológico y a-político de las ciencias sociales y la decepción de los métodos clásicos de investigación dieron lugar a la aparición de nuevas propuestas metodológicas, entre ellas la Investigación-Acción-Participativa (IAP). 

No cabe duda de que la IAP ha sido un aporte significativo para provocar algunos cambios en el campo de las ciencias sociales y de las prácticas sociales: la necesidad de implicar a los investigadores, los promotores o los trabajadores sociales con la gente involucrada, de sistematizar las experiencias populares, y democratizar y socializar el saber y los conocimientos obtenidos en una investigación. La idea de la participación popular fue uno de sus signos distintivos, al mismo tiempo que tuvo la pretensión de ser una herramienta intelectual al servicio del pueblo. Sin embargo, la IAP también tuvo sus “achaques y manías”. 

Ander-Egg aporta en este libro algunos interrogantes (que no se encuentran en otros textos sobre la IAP) acerca de cómo integrar el pensamiento simbólico, mitológico y mágico, con el pensamiento empírico, lógico y racional de los investigadores... El libro es, como su título lo indica, un modo de repensar la Investigación-Acción-Participativa.